Hay ciertos hábitos que ayudan a bajar de peso o mantenerse saludable. Entre las costumbres que ayudan a cumplir están mantener una dieta balanceada, hacer ejercicio o dormir bien.
Según las últimas investigaciones en cronobiología, la disciplina que estudia los ritmos en los seres vivos, agregan a estos conceptos que las horas en las cuales comemos influyen de manera significativa en el éxito de un plan de adelgazamiento.
El motivo que sustenta esta teoría es que la actividad de nuestro metabolismo se relaciona con las actividades realizadas después de ingerir alimentos. Una costumbre muy típica y que conviene modificar es cenar e inmediatamente irse a dormir. Sucede que durante el reposo, el cuerpo asimila con mucha más lentitud lo ingerido.
Se concluye que lo adecuado es comer en una franja horaria aproximada de doce horas desde el comienzo del día hasta la cena. Por ejemplo, si se toma el desayuno a las 8, el último alimento debería consumirse a las 8 de la noche.
Otro de los nuevos hallazgos relacionados con el sobrepeso es la confirmación de la relación entre el estrés y el sobrepeso. Los atracones nocturnos están relacionados con estrés y también con la secreción de hormonas que se liberan cuando tenemos hambre.
El plan recomendado para adelgazar es comenzar el día entre 7:30 y 8 AM con un vaso de agua fresca y un desayuno equilibrado. A media mañana o cerca del mediodía, se puede realizar una colación.
Luego, la sugerencia es realizar entre las 2 y las 3 PM una comida más fuerte y otra colación como merienda. Para la cena, el horario ideal sería a las 20 hs.
No conviene saltearse comidas. Ya que genera más hambre y predispone a porciones desmedidas.
Se debe consumir mucha agua o infusiones, realizar ejercicio y evitar la vida sedentaria.
Fuente: clarín
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