FAMILIA /// La crianza basada en el miedo de padres autoritarios

 

A veces, los padres tienen problemas para disciplinar a sus hijos y acuden a gestos y actos autoritarios, con el propósito de mantener el control a largo plazo. Suelen intimidar a sus hijos para que les obedezcan.

Los cuidadores autoritarios tienden a establecer reglas estrictas y esperan que sus hijos las obedezcan sin excepción. Cuando estos se rebelan y no obedecen, pueden llegar a enfrentarse a castigos severos a nivel físico o emocional.

El uso del miedo, mediante las amenazas verbales y castigos físicos y emocionales, puede convertirse en una estrategia educativa en este estilo de crianza. La finalidad sería, entre otras cosas, infundir temor para hacer que el otro obedezca sin cuestionar nada.

Los padres autoritarios presentan los siguientes comportamientos con sus hijos:

. La comunicación que tienen con el niño es unidireccional, donde ellos establecen las reglas y el pequeño solo debe obedecer.
. No hay posibilidades de negociación.
. No explican las reglas y límites que establecen.
. Esperan que sus hijos cumplan los estándares que ellos delimitan sin equivocarse.
. Castigan los errores que cometen sus hijos.
. Por lo general, no son afectuosos, son rígidos y tienen altas expectativas.

Este modo de educar es muy estricto y severo. En él se impone la demanda de obediencia total e incondicional y se ejerce la regulación conductual mediante el control psicológico inducido por amenaza, castigos físicos o emocionales. En este contexto, el miedo a la reprensión y al castigo puede operar como una táctica de crianza.

El temor propiciado por una paternidad autoritaria provoca en sus hijos lo siguiente:

Baja autoestima: las altas exigencias de la crianza basada en el miedo aminora la confianza y el valor percibido que tienen los niños sobre sí mismos. Esto se debe, en parte, a que el control excesivo y las reglas desmedidas deterioran la autonomía, lo que hace que la persona no se sienta capaz de tomar sus propias decisiones.

Inflexibilidad mental: el miedo y la rigidez continua que crean los padres autoritarios dificultan que sus hijos desarrollen la flexibilidad psicológica. Además, la poca participación paterna y los elevados niveles de control, producen una reducción del funcionamiento y el bienestar personal.

Poca madurez psicológica: el dominio ejercido sobre los hijos hace que estos pierdan su autonomía y que luchen por obtener aprobación en diferentes ámbitos de la vida, como en la escuela o el trabajo.

Trastornos mentales: los padres autoritarios que basan su educación en el miedo pueden generar una ansiedad constante en sus hijos y detonar diversos problemas mentales como la depresión.

Fuente: lamenteesmaravillosa.com

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