LECTOESCRITURA /// Estrategias de aprendizaje

 

Desde hace mucho tiempo se ha reconocido que aprender a leer y escribir implica procesos de aprendizaje distintos al de hablar. Aprendemos a hablar de una manera natural, casi automáticamente, sin necesidad de una enseñanza explícita. Aprendemos simplemente por estar inmersos en un contexto de personas que hablan. En cambio, la lectura y la escritura requieren de una guía para comprender el funcionamiento del sistema alfabético, por ejemplo, para aprender que el sonido «mmmm» se representa con la letra «M». Durante la última mitad del siglo pasado, las investigaciones en el campo de la neurociencia han demostrado que no existe un circuito predeterminado en el cerebro para aprender a leer y a escribir, sino que se produce un “recableado”.

Ahora bien, ¿cuáles son las mejores estrategias para enseñar a leer? ¿Qué habilidades son necesarias para comprender y producir textos? En los años ‘90, surgió el “modelo de lectura simple” propuesto por investigadores estadounidenses, el cual sostiene que la comprensión de un texto está estrechamente relacionada con dos aspectos fundamentales: la decodificación (la lectura de palabras) y la comprensión del lenguaje oral. Estas investigaciones llamaron la atención acerca de la importancia de trabajar sobre habilidades como la conciencia fonológica y otros procesos involucrados en la decodificación de palabras. Hasta entonces, no se había enfatizado en la necesidad de enseñar de manera explícita a “desarmar” los sonidos que componen las palabras, a reconocer los grafemas y luego asociar grafemas (letras) con sonidos (fonemas). Este modelo de lectura simple impulsó nuevos enfoques pedagógicos y estrategias didácticas que hicieron foco en la estimulación del lenguaje oral y la conciencia fonológica desde los niveles iniciales.

Si consideramos que “leer” implica la capacidad de decodificar las palabras, es importante destacar que se requieren otras habilidades para lograr la verdadera comprensión de un texto. No alcanza solo con poder leer las palabras, sino que también es necesario poder reconstruir el significado y relacionarlo con el resto del texto en el que se encuentran inmersas.

Según el modelo de la cuerda inicia con dos hilos iniciales (el de la conciencia fonológica y el de la decodificación), los cuales se entrelazan para luego combinarse con otra trenza conformada por el hilo del conocimiento del mundo, el vocabulario, las estructuras del lenguaje oral, el razonamiento verbal y el conocimiento del contexto cultural.

La Dra. Liliana Fonseca, resume este modelo destacando que la lectura fluida y la comprensión dependen tanto de la automatización de la conciencia fonológica y la decodificación, como de la construcción de estrategias que permitan el acceso al significado del texto. En otras palabras, utilizando la metáfora de la cuerda, se podría decir que la comprensión es como una soga tejida por los hilos de la lectura automática de palabras y la comprensión del lenguaje, que a su vez está tejida por los hilos mencionados anteriormente (el conocimiento del mundo, la estructura del lenguaje, las inferencias y las metáforas).

Tomando los aportes de Catherine Snow, investigadora estadounidense, cuyo trabajo se considera una revolución silenciosa en el ámbito de la enseñanza. Snow propone un “modelo completo de lectura extendido” que incorpora tres nuevos “hilos”: el lenguaje académico, el pensamiento crítico y la argumentación. Estas habilidades son necesarias para la comprensión en su proceso de aprendizaje. La investigadora sostiene que en la escuela se debe fomentar el compromiso de los estudiantes con los textos que están leyendo, brindándoles oportunidades para expresar sus opiniones y participar en discusiones al respecto.

La autora también destaca la importancia de la interacción familiar en la adquisición de las habilidades lingüísticas y el desarrollo de la comprensión lectora. Sugiere que es fundamental que los padres y las madres hablen con sus hijos e hijas, incluso desde temprana edad, ya que es a través de estas interacciones que los niños y las niñas adquieren las experiencias y el conocimiento del mundo que los rodea.

Los niños y las niñas modelan su aprendizaje según lo que observan en los adultos, por lo tanto, los adultos deben mostrar curiosidad por aprender, y también interés en lo que ellos y ellas tienen para decir. Lo que esta profesora está señalando es que la comprensión lectora está influenciada por la interacción social, la cual es lo que enriquece nuestra comprensión del mundo.

Fuente: mdz

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