MÉTODO HAKOMI /// ¿Qué es?

 

Más allá de nuestras creencias, de nuestros hábitos y de los sistemas que utilizamos para vincularnos con otros, está nuestra esencia, lo que realmente somos, no lo que se espera que seamos. Ahí es donde aparece el método Hakomi, que llega a nuestro yo más auténtico.

Hakomi es una palabra de la etnia Hopi que significa “¿Quién eres tú?, quien tú eres”. El método Hakomi de autoestudio asistido fue creado por el psicoterapeuta estadounidense Ron Kurtz, autor de «Lo que el cuerpo revela».

Hakomi integra los principios de la filosofía oriental, principalmente el budismo y el taoísmo, haciendo hincapié en conceptos como la atención plena, la presencia amorosa y la empatía.

La presencia y la personalidad del terapeuta serían ingredientes esenciales para una terapia exitosa, además de la voluntad y disposición de la persona que va a consulta. El terapeuta gana cuando es cálido, comprensivo y acepta al paciente. Desde esta perspectiva, el paciente no va con un problema esperando a ser solucionado por alguna intervención terapéutica o una interpretación, sino que es alguien que simplemente necesita algún tipo de reconocimiento, clarificación o estímulo para resolver ese problema.

Lo que a Hakomi le interesa estudiar es la organización de la experiencia y, para lograr este hito, usa la atención plena. Se requiere una atención puesta en el momento presente, una atención callada que evita las interferencias debido a que, este principio de atención plena y consciente, es el pilar del método.

Según el método Hakomi, los gestos, la postura, las expresiones faciales y otras experiencias corporales proporcionan información sobre el material central de una persona. Este material central puede describirse como una combinación de imágenes, recuerdos, emociones y creencias, incluso aquellas ocultas a la conciencia.

Todas estas memorias y respuestas automáticas almacenadas en el cuerpo configuran respuestas arcaicas, rígidas y esteriotipadas que generan sintomatología y sufrimiento innecesario en el presente. Este aspecto único ayuda a las personas en terapia a descubrir y abordar de manera rápida y segura los pensamientos y creencias inconscientes. Un principio fundamental de Hakomi es la importancia del cuerpo como recurso y su capacidad para permitir que la mente acceda al material central.

Las sesiones de Hakomi suelen seguir una secuencia: contacto, acceso, procesamiento e integración.

El contacto comienza en la etapa inicial de la terapia e implica el desarrollo y mantenimiento de un entorno seguro y de aceptación en el que el individuo se sienta cómodo al emprender el proceso de autoexploración.

El acceso se refiere al proceso mediante el cual la atención plena se utiliza para estudiar las experiencias actuales y descubrir el material central inconsciente para procesarlo y asimilarlo.

El procesamiento implica el estudio de las experiencias y respuestas del individuo a los experimentos, así como la exploración de cualquier creencia e idea que pueda afectar el bienestar. El terapeuta generalmente trabaja con el individuo para crear nuevas experiencias para contrarrestar las antiguas, alentando a la persona a descubrir lo que se siente personalmente correcto y verdadero.

La integración ocurre hacia el final de la sesión cuando el terapeuta ayuda al individuo a comprender lo que experimentó. El terapeuta también ayuda al individuo a establecer conexiones entre las experiencias durante la sesión y la vida fuera de la terapia.

 

Fuente: TN

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