El aumento de la grasa abdominal es un factor bastante común en hombres luego de los 40 años y en las mujeres, luego, principalmente, de la menopausia. Sin embargo, no es solo un problema estético, sino que también conlleva riesgos para la salud.
Según la publicación internacional del sitio especializado en salud Mayo Clinic, las investigaciones demuestran que la grasa abdominal puede ser un tema serio para la salud.
Explican que esta suba en el peso se debe, en gran parte, a una ingesta de calorías mayor que las que se queman, pero también tiene relación con el envejecimiento, ya que las personas pierden masa muscular con el paso de los años y esto disminuye la rapidez con la que el cuerpo utiliza las calorías.
Más allá de cuánto pese una persona, tener un abdomen prominente o grasa acumulada en la zona de la cintura puede generar tener presión arterial alta; apneas del sueño; enfermedades cardíacas; nivel elevado de glucosa en la sangre y diabetes; algunos tipos de cáncer; ACV; hígado graso y muerte prematura.
Es muy importante, por un lado, medirse con una cinta métrica alrededor del estómago desnudo, justo encima del hueso de la cadera. En el caso de las mujeres, una medida de cintura de más 89 centímetros indica una cantidad poco saludable de grasa abdominal y un mayor riesgo de problemas de salud.
Esa grasa localizada se puede quemar manteniendo una alimentación saludable, que incluya, frutas, verduras y granos o cereales integrales.
También, fuentes magras de proteína como el pescado y los lácteos bajos en grasa, también llamados descremados. Hay que limitar las carnes procesadas, los quesos duros que suelen tener bastante grasa, y la manteca.
Son muy buenas, en cantidades moderadas, las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se pueden absorber al comer pescado, frutos secos y aceites como el de oliva.
Se debe elegir bien el tamaño de las porciones, a la hora de comer en casa o en un restaurante, compartiendo un plato, por ejemplo.
Es importante no consumir gaseosas llenas de azúcar, ni consumir mucho alcohol.
Una actividad aeróbica medida, como caminar a paso ligero, sintiendo el ritmo cardíaco, con la mirada abierta. Esto también ayuda a una mente despejada y que pueda desconectarse por unas horas de las preocupaciones del día.
En Mayo Clinic recomiendan caminatas de al menos 150 minutos a la semana o actividad aeróbica vigorosa, como el running, al menos 75 minutos a la semana. Y sumar dos veces por semana ejercicios de fuerza.
Claro que una vez que se ha perdido un poco de peso, al menos hasta que esa medición en la cintura baje de los 80 centímetros, se vuelve necesario incorporar algunos ejercicios abdominales para fortalecer y tonificar los músculos de esta zona.
Fuente: clarín.com
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