SALUD /// ¿Cómo es el método de una bioquímica francesa para controlar el hambre y bajar de peso?

La científica e influencer Jessie Inchauspé revela cómo los niveles de azúcar en la sangre afectan a todas las personas, no sólo a quienes tienen diabetes.

La glucosa es una de las fuentes de energía que necesitan las células del cuerpo humano para funcionar, lo necesitan las células de los pulmones para respirar, las del corazón para bombear sangre y las cerebrales para pensar. La principal forma de incorporarla es a través de los alimentos que conocemos como hidratos de carbono, almidones o en las preparaciones dulces, como galletas, budines”, detalla.

Jessie Inchauspé sostiene que la ciencia evidencia que el orden de los alimentos es importante, lo ideal es verduras primero, luego proteínas y grasas, y por último almidones y azúcares.

Señala que nuestro cuerpo necesita insulina así como las plantas requieren agua para vivir, pero debemos estar alerta, porque demasiada agua puede ahogarlas.

Si le damos a nuestro cuerpo demasiada glucosa demasiado rápido, experimentamos lo que se denomina un pico de glucosa, y eso trae consecuencias para la salud de todas las personas, no solo para los pacientes diabéticos.

Durante un pico de glucosa, el páncreas segrega insulina, cuya misión es expulsar el exceso de glucosa del cuerpo y la almacena en el hígado, el músculo y las células adiposas, por eso, el exceso en la producción de insulina está ligado al aumento de la grasa corporal.

Según la científica, las señales asociadas al exceso de picos de glucosa van desde un aumento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 hasta los antojos, la fatiga crónica, la mala calidad del sueño, la inflamación y, por supuesto, la adicción al azúcar. Para Inchauspé, la manera más efectiva de revertir estos efectos es aplanando las curvas de glucosa.

Inchauspé sostiene que controlar el nivel de azúcar en la sangre tiene múltiples efectos en el cuerpo, desde mejorar la energía, el estado de ánimo, la inmunidad, la piel, el peso y mucho más.

La bioquímica francesa propone un paso a paso para incorporar los hábitos más importantes que estabilizan los niveles de la glucosa. En esa búsqueda, realizó una prueba piloto con 2.700 participantes de entre 20 y 70 años, provenientes de 110 países.

Ella asegura que luego de incorporar hábitos de vida simples durante cuatro semanas, el 90% tenía menos hambre, el 89% sufría menos antojos y el 41% había mejorado sus niveles de glucemia asociados a la diabetes.

El método no es una dieta, porque su objetivo final no es perder peso, su meta central es un estilo de vida saludable que ayude a controlar los picos de glucosa. Sin embargo, la pérdida de peso es un efecto secundario cuando se estabilizan los niveles de glucosa.

El método, propone incorporar cuatro grandes hábitos durante un mes para terminar con los antojos, aumentar la saciedad, controlar el hambre y, de paso, bajar de peso.

El método de cuatro pasos:
1 – Desayunar salado, no dulce.

2 – Sumar un plato de verduras al principio de las comidas, siempre.

3 – Tomar una cucharada de vinagre en un vaso de agua, o rociada sobre la entrada de verduras antes de la comida del día que tenga mayor contenido de glucosa. El vinagre puede ser de cualquier tipo o puede reemplazarse por limón para quienes no toleran el sabor del aderezo o tienen problemas estomacales.

4 – Después de comer, hay que moverse.

La dieta occidental se inclina por desayunos que provocan picos de glucosa con cereales dulces, tostadas con mermelada, medialunas, galletas y jugos de frutas o licuados. Toda esa comida se compone principalmente de almidones y azúcares, que nos termina dando menos energía.

Entonces, el primer paso para un día de glucosa estable es que la primera comida al despertar sea salada, no dulce. El menú debe girar alrededor de proteínas y grasas saludables, fibras, el almidón puede ser opcional en pequeñas porciones y nada dulce excepto fruta entera para dar sabor.

Fuente: infobae

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